lunes, 29 de abril de 2013

1 DE MAYO DE 2013. Ahora más que nunca, EL DÍA DEL TRABAJO.

   Poco es lo que le queda al pueblo español donde ser el máximo protagonista. A lo largo de esta mal llamada democracia se le ha ido despojando de toda valía y de toda repercusión histórica.
   
   En la transición se encargaron todos los poderes de este país de borrar décadas de luchas clandestinas contra el dictador y de obviar todas las batallas obreras que hicieron al régimen fascista insostenible. En su lugar anunciaron al Borbón como el mesías de la democracia y a los padres de la Constitución (una piara de fascistas mezclados con socialdemócratas de boquilla) como los garantes de la libertad.

   Partiendo de estos cimientos solo han tenido que construir una historia democrática donde aparentemente nuestros políticos (PP y PSOE) han sido los grandes artífices de la la libertad con el beneplácito de nuestro corrompido rey. Entiéndase libertad como solo votar, importando poco que haya ciudadanos que se mueran de hambre. Ya que mientras puedan votar, poco importa el hambre, son libres.

   Y así llegamos al 1 de mayo. Desde la televisión solo enfocan a un grupo de sindicalistas que anualmente enarbolan banderas rojas y sueltan un discurso. Pero el 1 de mayo va más allá de CCOO o de UGT. El 1 de mayo simbolizan las luchas obreras que significaron la lucha por los derechos básicos. Simboliza que el trabajo no es algo que deba mendigarse y sí un derecho que debemos exigir. El 1 de mayo es un faro en la mentira informativa en que vivimos que recuerda que es el pueblo el verdadero motor de un estado, por encima de políticos corruptos, monarcas mujeriegos, banqueros infames y fuerzas policiales rancias.

   El 1 de mayo es el día en que los oprimidos y los olvidados volvemos a recordar en que la unión siempre será la fuerza de los ciudadanos.

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