martes, 10 de enero de 2012

Refundando la nada.

   Hace unos días Mariano Rajoy y toda su manada del Partido Popular anunciaba, con la tranquilidad pasmosa de quien está en otra esfera como simple espectador, que subirían los impuestos. Esta noticia fue, según numerosos medios periodísticos, aplaudida por Francia y Alemania.
  • ¿Quién votó en las Elecciones Generales pasadas?¿Los ciudadanos del Estado español o los gobernantes franceses y alemanes?
  • ¿Por qué se hacen medidas que contenten a países foráneos demostrando una total indiferencia ante, según la Constitución Española, el pueblo soberano?
  • ¿Quiénes son esos mercados que fueron capaces de hacer al PSOE, con el beneplácito del PP, cambiar la Constitución Española?
  • ¿A quiénes tranquiliza saber que la Constitución Española exige que por encima de todo (de ayudas sociales, de pensiones, de subvenciones a emprendedores…) el Estado español tenga como prioridad máxima pagar su deuda internacional?
   Han pasado muchos años, pero al principio del siglo XXI la economía Argentina estalló. El Estado Argentino incluso se vio obligado a intervenir en las cuentas corrientes de todos los argentinos. Esta situación duró hasta que su presidente de aquel entonces, Néstor Kirshner, se presentó en el Fondo Monetario Internacional y aclaró que Argentina no volvería a pagar ni una moneda más para mejorar su deuda internacional. Argentina desde aquel momento empezó a estabilizarse. Y no le pasó absolutamente nada.

   En España la situación es bien diferente. Asustado el nuevo gobierno del PP por una deuda pública que llega al 8% (la alemana y la francesa superan el 15% cada una), olvida ya que el inicio de esta maldita crisis fue la deuda privada. Que unos pocos miserables quisieron más y nadie cortó sus ansias de poder.

   Al principio de esta crisis tanto políticos, analistas, economistas y periodistas; coincidían en que el actual modelo capitalista había llegado a su fin. Que un sistema incapaz de contener el expansionismo sin límites de unos pocos no era ya viable. Que un sistema que anteponía el dinero a los Estados (el pueblo) debía refundarse.

   Ahora, sin ninguna refundación de por medio, dicen que todos (Emilio Botín, un albañil, Iñaki Urdangarín, un jornalero, Cayetano Martínez de Irujo, una limpiadora, Francisco Camps, un pensionista…) vivimos por encima de nuestras posibilidades y todos tenemos que ajustarnos el cinturón. Todos por igual.

   Valoren ustedes pero puede que ya sea hora de acabar con esta mierda de democracia en la que lo justicia y legalidad no son sinónimos. En la que todos somos iguales en la adversidad pero bien diferentes en la opulencia. En la que la vida de una persona vale menos que el ansia económica de alguien en Wall Street.

   Todo no da igual. Y puede que sea el momento de que tengamos abandonar nuestro cómodo puesto de observador, que tanto se han esmerado en construir con la televisión, el crédito fácil y los subsidios; y tengamos que intervenir y exigir igual que hacen los mercados en este refundado sistema capitalista.

   Y como dijo un sabio minero, ya jubilado: “si refundas mierda, el único resultado que te queda es otra mierda. Puede que distinta, pero mierda”.

1 comentario:

  1. mas claro, pos mas mierda, jejeje,... No, fuera de bromas, estoy completamente de acuerdo con lo dicho y para empezar a poner mi granito de arena os dejo unos enlaces interesantes, de webs y libros que ven otra manera de hacer las cosas, que aunque tampoco sean perfectos en su totalidad, parecen mas justos y nitidos que el capitalismo:

    www.movimientozeitgeist.org

    Este libro te lo puedes descargar por 3€ de aquí:
    http://www.bubok.es/libros/175151/Manual-practico-para-cambiar-el-mundo

    tambien se puede encontrar la descarga gratuita por la web, rebuscando un poco, pero no iria nada de money al autor.

    Y este que es gratuito, "Hay alternativas":
    http://www.rebelion.org/docs/138182.pdf

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